El negocio veterinario ha sido una valiosa fuente de recursos en la comunidad durante muchos años. Siempre abierto las 24 horas del día, tanto en persona como por teléfono, los médicos están disponibles para brindar cuidados y consejos de calidad. Los veterinarios son amables y conscientes, demostrando una excelente profesionalidad y paciencia, especialmente el Dr. Felli, quien ha estado siguiendo el caso de nuestro gato que sufre de struvite. Además, cuentan con un servicio de atención de emergencias activo, aunque se recomienda llamar antes de llegar. La clínica cuenta con tres áreas separadas para hospitalización y cuidados intensivos, así como con un departamento dedicado a enfermedades infecciosas. También ofrecen la posibilidad de realizar exámenes de laboratorio y adquirir medicamentos y alimentos para mascotas en el lugar.
Desafortunadamente, el negocio veterinario no cumple siempre con los horarios de las citas programadas, lo cual puede resultar frustrante para los clientes. A menudo, debido a emergencias, es necesario esperar un poco más de lo deseado. Además, algunas opiniones negativas mencionan experiencias desfavorables, donde los clientes se quejan de su mala experiencia y se preguntan cómo el negocio sigue abierto. Estas opiniones sugieren que el personal puede no ser tan amable y competente como se esperaría. Por lo tanto, si se tiene un gran amor y cuidado por las mascotas, es recomendable evitar este negocio en particular.