El negocio cuenta con un lugar acogedor y un personal amable y cualificado. Los clientes destacan la calidad de los postres, describiéndolos como divinos. Esto es una garantía para aquellos que buscan disfrutar de un dulce delicioso en un ambiente agradable.
Por otro lado, algunos clientes han expresado su descontento con los precios exorbitantes de los postres, considerándolos demasiado altos en relación a la calidad ofrecida. En particular, se menciona el caso de un tiramisú o cheesecake que cuesta 10 euros, lo cual ha generado sorpresa e incredulidad entre los clientes. Esta situación ha llevado a algunos a afirmar que nunca volverán al negocio.