La Basílica es un lugar muy sugerente y hermoso, que vale la pena visitar. Los visitantes quedan impresionados por la arquitectura y la historia que se respira en cada rincón. Además, la presencia de reliquias sagradas, como los fragmentos de la verdadera cruz, añade un valor especial a la experiencia.
La falta de tiempo de espera es otro aspecto positivo a destacar. Los visitantes no tienen que hacer cola ni esperar largos periodos de tiempo para acceder a la Basílica, lo que permite aprovechar al máximo la visita y disfrutar de todo lo que ofrece.
La posibilidad de visitar la Basílica sin necesidad de hacer una reserva previa también es un punto a favor. Esto facilita el acceso a un mayor número de personas y permite una mayor flexibilidad a la hora de planificar la visita.
Por otro lado, algunas opiniones mencionan que la Basílica puede resultar abrumadora para aquellos que no son creyentes o no están familiarizados con la religión. Esto puede limitar el atractivo del lugar para ciertos visitantes.
Además, aunque la mayoría de las opiniones destacan la belleza de la Basílica, algunas mencionan que la falta de información o guías turísticos puede dificultar la comprensión de la historia y los detalles arquitectónicos del lugar.
Por último, aunque la mayoría de las opiniones mencionan que no hay tiempo de espera, una de ellas indica que puede haber una espera de 30 a 60 minutos. Esto puede generar cierta incertidumbre y frustración en los visitantes, especialmente si no se tiene información clara sobre los tiempos de espera.