La imponente basílica es una visita obligada para aquellos que vienen a Roma por unos días. Con una gran riqueza artística, cultural y religiosa, su entrada es gratuita. Dentro de la basílica, se pueden apreciar hermosos cuadros y esculturas, lo que la hace aún más encantadora. Además, su ubicación cerca de la estación Termini facilita el acceso para los visitantes.
La basílica es una testimonianza preciosa de la fe mariana de la Iglesia. Los mosaicos antiguos son incomparablemente valiosos y custodian las reliquias del pesebre de nuestro Señor. También se pueden encontrar varios acentos polacos en su interior, como el rey polaco Zygmunt III en la Capilla Sixtina y la princesa polaca Kinga en la Capilla Paolina. La entrada es gratuita, lo que la hace aún más atractiva para los visitantes.
Aunque la basílica es impresionante tanto por dentro como por fuera, su historia de creación puede resultar interesante para algunos visitantes, pero no para todos. Además, aunque se encuentra cerca de la estación Termini, puede haber un tiempo de espera de hasta 10 minutos para ingresar. Aunque no es obligatorio, se recomienda hacer una reserva para evitar esperas innecesarias.
Por último, aunque la basílica es hermosa y está impecablemente conservada, algunos visitantes pueden encontrar que la presencia de colecciones de arte y el lugar de entierro de Bernini no son de su interés. Sin embargo, estos aspectos negativos no contradicen los aspectos positivos mencionados anteriormente.