El restaurante ofrece platos deliciosos como las lasañas, los raviolis y la pizza de búfala. Estos platos son considerados una maravilla culinaria y demuestran la especialidad del lugar en la cocina italiana. Además, el servicio al cliente es impecable, especialmente gracias a la camarera Eva, quien es muy servicial, amigable y divertida. El ambiente del restaurante es acogedor y rústico, transportando a los comensales a la región norte de Italia. Sin duda, este lugar es una excelente opción para disfrutar de una comida italiana auténtica.
A pesar de los aspectos positivos mencionados anteriormente, hay algunos aspectos negativos que deben tenerse en cuenta. Algunos clientes han expresado su descontento con la cantidad excesiva de sal en los platos, lo que puede resultar en una experiencia culinaria desagradable. Además, el restaurante parece tener precios elevados, como lo demuestra el costo de 4,5 euros por una limonada y la falta de agua gratuita. Otro aspecto negativo es la presencia de música a un volumen alto, lo que puede afectar la experiencia de los comensales. Estos aspectos pueden ser considerados como inconvenientes para aquellos que buscan una experiencia gastronómica más equilibrada y tranquila.